Hay casos, en que la justicia se ha vuelto ciega y torpe. El más claro reflejo, es el caso de Marta del Castillo que, aún con el georradar, su cuerpo sigue sin encontrarse y hasta Octubre no vuelven a intentarlo. Es otra burla más de su asesino.
Es algo incomprensible que el asesino diga que en 10,000 mts cuadrados "pueda" que esté Marta. ¿Eso se lo cree alguien? ¿Se puede permitir que sus cómplices estén libres y encima salgan absueltos? Eso, señores, es algo que es contra natural, totalmente aberrante que un tribunal absuelva a un cómplice y encubridor de asesinato. ¿Que justicia pueden esperar nuestros jóvenes? ¿Como podemos confiar en los jueces, en los tribunales, en el gobierno en casos similares?
Hablamos y seguiremos levantado nuestra voz y palabras, hasta que su cuerpo aparezca. Que los responsables sean castigados como debiera ser. No buscar pretextos basándose en decretos obsoletos a sabiendas de todo el mundo lo que han hecho con Marta y la cruel burla que son objeto los padres y la familia.
Mientras esperan que el georradar continúe su búsqueda, el culpable y sus cómplices siguen moviendo sus fichas al compás que ellos quieren, y la justicia se deja manipular por ellos. Es un caso para investigar a todo aquel que esté involucrado en el juicio ¿Porque tanta férrea defensa a los culpables y asesino? ¿Porque, si el asesino ha dicho que él la mató y enterró su cuerpo no pueden exigirle que diga donde la enterraron o que hicieron con ella?
Son preguntas que nos la hacemos todos los días y por respuesta recibimos una absolución incomprensible. Y ¿Los padres? Otro palo más que reciben de una justicia ciega y sorda, palabras más que acertadas de una madre que no desmaya en busca de su hija.
Todos debemos de ponernos en la piel de estos sufridos padres. Perder a una hija en semejantes circunstancias, saber quien y como la asesinaron y sufrir más de cuatro años de búsqueda, debe ser un dolor intenso, una impotencia atroz saber que la justicia no los ayuda y que solo pueden confiar en la ayuda de alguien, que de forma particular, como el dueño del georradar, intente encontrarla, si es que es verdad que ahí puede estar el cuerpo de Marta. La fe en que así sea, mantiene a esos padres en pie hasta que eso ocurra. Son dignos de admiración y respeto.
Es algo incomprensible que el asesino diga que en 10,000 mts cuadrados "pueda" que esté Marta. ¿Eso se lo cree alguien? ¿Se puede permitir que sus cómplices estén libres y encima salgan absueltos? Eso, señores, es algo que es contra natural, totalmente aberrante que un tribunal absuelva a un cómplice y encubridor de asesinato. ¿Que justicia pueden esperar nuestros jóvenes? ¿Como podemos confiar en los jueces, en los tribunales, en el gobierno en casos similares?
Hablamos y seguiremos levantado nuestra voz y palabras, hasta que su cuerpo aparezca. Que los responsables sean castigados como debiera ser. No buscar pretextos basándose en decretos obsoletos a sabiendas de todo el mundo lo que han hecho con Marta y la cruel burla que son objeto los padres y la familia.
Mientras esperan que el georradar continúe su búsqueda, el culpable y sus cómplices siguen moviendo sus fichas al compás que ellos quieren, y la justicia se deja manipular por ellos. Es un caso para investigar a todo aquel que esté involucrado en el juicio ¿Porque tanta férrea defensa a los culpables y asesino? ¿Porque, si el asesino ha dicho que él la mató y enterró su cuerpo no pueden exigirle que diga donde la enterraron o que hicieron con ella?
Son preguntas que nos la hacemos todos los días y por respuesta recibimos una absolución incomprensible. Y ¿Los padres? Otro palo más que reciben de una justicia ciega y sorda, palabras más que acertadas de una madre que no desmaya en busca de su hija.
Todos debemos de ponernos en la piel de estos sufridos padres. Perder a una hija en semejantes circunstancias, saber quien y como la asesinaron y sufrir más de cuatro años de búsqueda, debe ser un dolor intenso, una impotencia atroz saber que la justicia no los ayuda y que solo pueden confiar en la ayuda de alguien, que de forma particular, como el dueño del georradar, intente encontrarla, si es que es verdad que ahí puede estar el cuerpo de Marta. La fe en que así sea, mantiene a esos padres en pie hasta que eso ocurra. Son dignos de admiración y respeto.
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