Durante éstos días de sensibilización por la lucha Contra la Violencia de genero, son muchas voces de todos los ámbitos, que alzan su voz.
En esta ocasión, la poeta y rapsoda Amparo Carbonel, nos acerca con esta reflexión.
Sobre
el feminicidio
Sobre
todo, definir que, el feminicidio no significa, exclusivamente, el
asesinato de la mujer tal como ocurre con la violencia de género en
cualquier lugar del mundo, sino que también considero FEMINICIDIO,
el despojarla de su identidad, personalidad, y libertad, anulándola
como persona, pues en este último caso, la mujer se convierte en un
ser dependiente, sometido, obligado a hacer lo que le manda el
hombre, siendo utilizada como objeto de venta, obligándola a
prostituirse, a vivir para su dueño. Sin ninguno de los derechos
inalienables a todo ser humano.
En
el primer caso, de asesinatos masivos de mujeres, todos conocemos lo
que ocurre, en lugares como Ciudad Juárez, donde impera la más
absoluta impunidad en los poderes públicos, ante esta terrible
lacra.
Parece
que, últimamente, quizás avergonzados por este comportamiento,
están levantándose voces para, al menos, conseguir que se persigan
este tipo de delitos, aunque para erradicar, totalmente,
estos actos, sería absolutamente necesaria la educación del hombre,
desde niño, en el concepto del derecho de la mujer, para asumir que
debe respetarla, y sobre esa base, sí que habría una posibilidad de
regeneración de la convivencia.
En
el caso de la anulación, sin
muerte, de
la mujer, se ha alzado una gran periodista congoleña, CADDY ADZUBA,
cuyo trabajo me parece admirable, pues, en su país, se juega al vida
por defender a sus compatriotas, de las absurdas leyes machistas que
imperan, considerando a la mujer como un ser inferior. Nacida en
BUKABURU, República Democrática (qué ironía) del Congo, país que
está en guerra desde 1996, aunque es una guerra silenciosa, de la
que no se habla, esta mujer, es periodista y licenciada en Derecho, y
se ha convertido en la conciencia de África.
En RADIO OKAPI, donde trabaja, ha
fundado “Un altavoz para el silencio”, defendiendo, a ultranza,
los Derechos Humanos, la Libertad de expresión, y denunciando la
utilización violenta de niños y niñas soldados.
Su labor es aún más encomiable,
puesto que lo que pretende, desde la asociación AFIDER, que fundó y
preside es, formar, en las niñas, la conciencia de futuras LÍDERES,
para conseguir que, en algún momento, se erradiquen totalmente en
su país y otros de África las ideas humillantes para ellas, la
mutilación genital, la ablación, la infibulación, el sometimiento,
y la absurda idea de que, sin esa horrible operación, no podrán
casarse. Y, enseñarles que no necesitan un hombre para ser personas
de pleno derecho.
Así que , su lucha ha sido reconocida
con el premio PRINCIPE DE ASTURIAS DE ESTE AÑO, y, aunque parezca
utópico , hacen falta personas tan comprometidas como ella, para
mejorar el mundo, pues nada hay más absurdo que pretender que el
mundo cambie, sin cambiar nosotros.
Conclusión:
NO SOLO SE ASESINA, , SI NO QUE SE
ANULA A LA PERSONA, DESTRUYENDO SU DIGNIDAD, QUE ES TAMBIÉN UNA
MUERTE.
Autora de la nota: Amparo Carbobell
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