Ésta semana, otra víctima más en Villafranca de Barros en Badajoz, ha muerto asesinada por su marido, quien se ha entregado a la Guardia Civil.
La orden de alejamiento que tenía desde hace dos meses de nada ha servido, ni ha impedido que su agresor la asesine.
En Granada, otra víctima ha sido hallada muerta en su domicilio. Su ex pareja ha confesado el asesinato tras su declaración.
La voz de alarma la dio la actual pareja de la víctima al ver que no regresaba de un encuentro en el que debían "arreglar asuntos pendientes con su expareja" sobre el piso que compartieron, hallándola sin vida en él. En éste caso no había denuncia anterior.
En Gipúzcoa ha fallecido otra mujer, tras ingresar al hospital con graves heridas y lesiones en la cabeza. Los médicos no pudieron hacer nada por salvar su vida, falleciendo. Su compañero sentimental ha sido detenido.
La Ertzaintza ha abierto una investigación para esclarecer las circunstancias en las que se ha producido la defunción y determinar si existe una posible responsabilidad del compañero de la víctima en el fallecimiento. Algo incomprensible, pues ella sola no pudo ocasionarse tales lesiones.
Las muertes se siguen sucediendo y las denuncias han bajado considerablemente a causa de la fuerte crisis económica. Os animamos a todas aquellas mujeres que sufren esa violencia, que denuncien. Que una mujer puede valerse por si sola en cualquier circunstancia y no soportar ser golpeada ni insultada. Que el agresor quede impune de su delito, es infamante.
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