Según estadísticas; la edad de las mujeres asesinadas por violencia de genero, están comprendidas entre los 40 y 50 años de edad, lo que quiere decir que los hijos huérfanos de madre - y padre - son cada vez más jóvenes que se quedan a la deriva y pueden ser afectados por traumas.
Y no es para menos. Primero son espectadores de terribles discusiones y peleas entre los padres y luego, cuando pasa una tragedia de éstas dimensiones, es indudable que afecte psicológicamente a cualquiera.
La educación en torno a éste tema, debería primar en los colegios y seguir en casa. No debemos quedarnos impasibles ante la noticia de alguna muerte de una mujer por éstos hechos. Tenemos las redes sociales para demandar, protestar y repudiar la violencia de genero.
Todos debemos de pensar en nuestros niños y niñas. En qué les espera en el futuro con la pareja que elijan.
Queremos ver siempre a nuestros hijos felices sin importar que crezcan y formen sus hogares. Para los padres; siempre serán nuestros niños y por ellos hay que defender y luchar contra ésta violencia.
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