Hace un buen tiempo que no publico un post en éste blog, el cual no sólo está para difundir la novela "Bernardina, del cielo al infierno", sino para intentar, con unas letras, ayudar a quien se encuentre en una situación de violencia de genero. Esa es la misión de la novela, del blog y de mi misma, que soy la autora, pero de un tiempo a esta parte, soy una mera espectadora de todos los crímenes que se van cometiendo, ya no sólo a las mujeres, sino en contra de sus hijos, como un castigo más doloroso aún para las madres. Todos somos testigos frente al televisor de como día a día, la violencia y los malos tratos continúan y se asesina, y las palabras se acaban, los consejos también, así como tantos "porqués" y la pregunta sin respuesta ¿Que hacer para que estas situaciones de malos tratos no se sucedan?
Se me ocurren muchas fórmulas, pero la principal es que las mujeres entendamos que no debemos soportar a un maltratador por ningún motivo. Al final, como siempre, todo recae en la mujer y no me parece justo, no debería serlo.
¿Es que los hombres cada día enloquecen más? ¿Hay algún contaminante en el aire que les haga ser violentos con sus familias? Quien sabe y las cremas de afeitar les remueva el deseo de pegar y como no se van a enfrentar al primero que pase, pues quien sabe y termine peor, cogen a sus mujeres de sparring, a aquella que sabe que no lo va a denunciar y que va a soportar sus golpes y gritos y encima les tiene que tener la comida preparada y ropa limpia.
Y ¿La policía, gobierno, instituciones y demás? Donde están cuando en verdad se les necesita? La desprotección en éstos casos es total. Sólo reaccionan cuando ya hay una o varias víctimas, al igual que nosotros, que reaccionamos cuando ya "el simple asesinato a una mujer" pasa a que asesinen a su hijo; el niño de diez años asesinado el día de ayer por su padrastro, mientras la madre salió rumbo a la comisaria a realizar la denuncia por malos tratos. Al regresar con la policía, encontró a su hijo muerto y el marido, se infringió unas heridas.
Éste número no deja rastro en la factura del teléfono. Es confidencial y puede salvar vidas. No nos callemos!
Se me ocurren muchas fórmulas, pero la principal es que las mujeres entendamos que no debemos soportar a un maltratador por ningún motivo. Al final, como siempre, todo recae en la mujer y no me parece justo, no debería serlo.
¿Es que los hombres cada día enloquecen más? ¿Hay algún contaminante en el aire que les haga ser violentos con sus familias? Quien sabe y las cremas de afeitar les remueva el deseo de pegar y como no se van a enfrentar al primero que pase, pues quien sabe y termine peor, cogen a sus mujeres de sparring, a aquella que sabe que no lo va a denunciar y que va a soportar sus golpes y gritos y encima les tiene que tener la comida preparada y ropa limpia.
Y ¿La policía, gobierno, instituciones y demás? Donde están cuando en verdad se les necesita? La desprotección en éstos casos es total. Sólo reaccionan cuando ya hay una o varias víctimas, al igual que nosotros, que reaccionamos cuando ya "el simple asesinato a una mujer" pasa a que asesinen a su hijo; el niño de diez años asesinado el día de ayer por su padrastro, mientras la madre salió rumbo a la comisaria a realizar la denuncia por malos tratos. Al regresar con la policía, encontró a su hijo muerto y el marido, se infringió unas heridas.
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