martes, 24 de julio de 2012

Marta; hoy hace 1277 días que la desaparecieron...

Marta del Castillo; desaparecida 1277 días...imposible olvidarte bella flor que truncaron tu florecer. Y olvidar que las leyes están de adorno en unos libros que, también están de adorno en alguna estantería de algún lugar;  del lugar donde se imparte la "justicia".....Un abrazo a sus padres y que sepan que hay mucha gente que los apoya, que sienten su dolor como propio y quieren cambiar estas leyes obsoletas...Que queremos ayudar de alguna manera.

Hoy; recordándola....

Bernardina, del cielo al infierno" en tus manos...

Pueden adquirir el libro "Bernardina, del cielo al infierno" al correo:
bernardinadelcieloalinfierno@gmail.com a tan solo 14.90 con gastos de envío incluidos. (solo Europa)
Para América y resto del mundo 6 euros adicionales.
Dedicado personalmente por su autora. 
Y en E.ebook Kindle:
  http://www.amazon.com/dp/B007GC2ZHG/ref=kcp_casc_buybook/?showKP=true
Una historia que no deja indiferente a nadie e incluso necesaria para los jóvenes. Aprovechad las vacaciones y leerla.

jueves, 5 de julio de 2012

Triste Existencia - Poema en "Latidos contra la Violencia de genero"


 Poema incluido en el Libro "Latidos contra la Violencia de genero"; presentado por el Movimiento Pro Derechos Humanos - Ateneo Blasco Ibañez


TRISTE EXISTENCIA 


Su vida; triste fue, nació en noche oscura
Mientras su madre moría queriendo abrazar a su cría.
No gozó del amor materno, aquel calor tan esencial,
Sin embargo, otro regazo, la acogió con querencia.

Su vida; triste fue, sola, en penumbras vivió,
Su infancia inocente, quedó rota por aquella muerte.
Más, siendo ella inocente padeció esa cruel sentencia
Que le impuso aquel juez, que su padre era, por desgracia.

Su vida; triste fue, buscó amor en brazos extraños
Y menos mal lo conoció, aunque, por ser errado padeció.
Era una bella rosa con espinas, para defenderse de aquel karma,
Que pobres incultos colgaron sobre su frágil hombro y alma.

Su vida; triste fue, tanto así, que al fruto de
Su entraña, con sus espinas hizo daño sin desearlo.
En su corazón albergaba demasiado amor, tanto
Que también, ella misma, se dañó sin saberlo.

Su vida; triste fue, buscó anhelante ese amor
En su alma adolescente, y nunca lo encontró.
Así murió, deseando aquel amor, que le quitara las espinas
Para no dañar más a nadie. Su vida; triste fue.
 
©Copyright

Autora: Virginia Oviedo           Derechos Reservados